Pues nada, este viernes pongo punto y final a mi trayectoria universitaria y me quito de encima, de una vez por todas, la losa que ha supuesto el proyecto fin de carrera.
Empecé el proyecto con un enorme entusiasmo, pero por diversas circunstancias (las más graves ajenas al propio proyecto), el desarrollo se fué extendiendo más de lo inicialmente previsto, la moral fué decayendo, y el interés mermando. Empezó a acompañarme permanentemente la sensación de estar permanentemente cansado, junto a otros sentimientos nada agradables y que no deseo para nadie.
Vi desmoronarse el mundo a mi alrededor, todas las cosas que siempre había dado por sentadas. Nunca he sido una persona insegura, y en cambio perdí gran parte de la confianza que tenía depositada en mi mismo. La cabeza siempre ocupada en otras cosas, incapaz de concentrarme en trabajo alguno... y sin embargo aún intentándolo. Porque hay cosas que no estan en manos de uno arreglarlas, y sólo queda sobreponerse a la impotencia que te provocan... Pero cuando hay una espinita que te molesta y sólo depende de tí, hay que hacer todo lo posible por arrancarla.
Tocó apretar los dientes y tirar adelante. En la vida y en el proyecto. En el proyecto he conseguido el objetivo planteado. En la vida me queda mucho por conseguir, espero. Pero de momento he recuperado la confianza y, pese a las dificultades, también las ganas de reír, de divertirme y de disfrutar. Y voy a hacer todo lo posible por conseguirlo.
En realidad no planeaba escribir nada de lo que he escrito. Ni siquiera estaba pensando en todo eso. Y sin quererlo, ahí esta. Lo que al principio iba a ser un "el viernes presento el proyecto... y de paso aquí os dejo un dibujaco que acabo de hacer" me ha quedado más largo de lo que podía imaginar. Supongo que son esas cosas que a veces uno necesita decirse a sí mismo.
No obstante eso no cambia lo del dibujaco caricaturesco. Ahí queda.
martes, 15 de diciembre de 2009
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