No pensaba publicar nada. De hecho ni siquiera me planteaba dibujar nada. Ni siquiera cuando empecé a trazar rayas sobre el "papel" tenía claro lo que estaba haciendo. Fue un poco al azar, a libre albedrío. Lo que el subconsciente quiso. Ni estilos, ni calidades, ni objetivos: líneas sobre un lienzo según me venían en gana.
Cuando terminé me lo quedé mirando un momento: "¿Y esto?... Bah...". Hice click sobre la X roja en la esquina de la ventana. "¿Desea guardar los cambios?". No me acordaba de eso. Puse el cursor un momento en el No. Pero lo pensé durante una décima de segundo más y cambié de opinión.
Así que... un garabato más para la colección.
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3 comentarios:
Pues a mi me gusta, no lo veo como un garabato ni mucho menos, y aunque apenas hay "expresión" en el rostro, las sombras lo compensan perfectamente, es... diferente ^^
Para mí sí es un garabato. La gran mayoría de lo que hago son garabatos. Eso no quita que me guste hacerlos.
Dibujar puede proporcionar dos tipos de sensaciones agradables. La primera es en el proceso de dibujado. Mantienes tu mente ocupada en el proceso, abstraída de lo demás se relaja considerablemente. La segunda es la satisfacción una vez has terminado el dibujo. En mi caso soy consciente de la calidad mediocre de la mayoría de los que hago. Eso no quita que de algunos pueda sentirme moderadamente "orgulloso". En cualquier caso el principal motivo por el que dibujo la mayoría de las veces es el primero.
Tres fallos muy típicos de los principantes, no enunciados por mí sino por unos artistas de un libro que me leí cuando era pequeño:
1.- Los ojos simétricos horizontal y/o verticalmente.
2.- Distancias muy cortas entre la ceja y el ojo
3.- La longitud vertical de la nariz.
Sigue practicando ;).
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