viernes, 28 de septiembre de 2007

Garabatos de grafito

Ya tocaba actualizar, y ante la ausencia de un motivo, una musa o simplemente ganas de filosofar (todavía no lo tengo muy claro), esta vez me decanto por publicar otro dibujo. Aunque soy plenamente consciente de mis limitaciones en este aspecto, procuro siempre hacerlo lo mejor posible (como todo en lo que me involucro) esperando suplir con persistencia y práctica la escasez de talento. Además, en mi opinión, dibujar no es sólo un ejercicio artístico. Nos permite conocer mejor la naturaleza humana, no sólo a nivel físico, sino también emocional. Para dibujar no basta con conocer y aplicar bien las proporciones, sino saber transmitir emociones y sentimientos a partir de gestos y actitudes. Ésto podemos aplicarlo luego a nuestras vidas, transformando esa capacidad de observación en cierta empatía con las personas. Y esa es al fin y al cabo el objetivo que todos buscamos, incluso alguien tan socialmente inepto como yo. Todos buscamos el reflejo y el complemento de nosotros mismos en los demás. Queremos sentirnos comprendidos y queridos. Y para ello lo primero es necesariamente comprender y conocer a los demás. En cualquier caso, alcanzar a comprender y empatizar con alguien no implica que sepamos actuar en consecuencia... pero es un paso obligado.

En fin, la muchacha en cuestión empezó tomando como modelo a una famosa, pero en vista de que el resultado final se parece tanto como un percebe a un centollo, no tiene sentido decir quien era.

P.S.: Al final, y sin darme cuenta, he filosofado más de la cuenta...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me da miedo ;_;