La Corte de Apelación de la FIA ha hecho justicia. Pese a los intentos desesperados por tratar de conseguir el título mundial de F1 como regalo para su hijo predilecto,
McLaren tendrá que aguantarse el berrinche. En el otro lado de la balanza
Kimmi Raikkonen, que parecía casi descartado de la lucha por el campeonato desde hacía varios Grandes Premios, ha alcanzado los laureles y un rincón en la historia de este deporte alzándose con el título más polémico desde hace muchos años.
Y es que no importa lo bueno que sea un piloto: nunca obtendrá el éxito si no tiene detrás a un gran equipo. Y
McLaren, pese a tener un magnífico coche, está lejos de ser un gran equipo. Son una banda, un grupo. Se han desgañitado manifestando una filosofía que no se correspondía con la realidad. Al final, esa igualdad tan predicada sólo se ha reflejado en la igualdad a puntos entre sus dos pilotos al terminar el campeonato. Una ironía que roza el sarcasmo.
A los
"cerebros" de
McLaren les queda mucho que aprender de
Ferrari. Ninguno de sus pilotos ha tenido o tiene quejas. Ambos se han ido alternando posiciones en el podio, sumando puntos para ellos y para su escudería. Ambos contaban con posibilidades al título... hasta que los lances de carrera provocaron que sólo
Kimmi pudiera optar al título. Y entonces fué secundado por todo su equipo (incluído su compañero) para luchar contra las estadísticas. ¿Alguien ha tenido la impresión de que uno de los dos era preferido por sus jefes? No, porque aunque pudiesen existir preferencias, la profesionalidad es lo primero. Sin duda es significativo el hecho de que los dos anteriores pilotos de
McLaren,
Montoya y
Kimmi, hayan manifestado su alegría por marcharse de tamaña pantomima de equipo asegurando que han encontrado la felicidad, uno en
Ferrari y otro en la
NASCAR. Y que conste que
McLaren era (sí, en pasado, como el nombre de la madre de
Hércules pero sin
"H") mi escudería favorita por ser con la que el legendario
Ayrton Senna consiguió sus tres títulos mundiales. Sin embargo ahora no me cabe ninguna duda de por qué
Ferrari, como equipo, son los mejores.
Y ahora es cuando llega la parte que acapara mayor controversia por uno y otro bando: el tema
Alonso. Porque fanatismos los hay por ambas partes. Que es un gran piloto nunca lo puse en duda... Ppero señores, no me cae bien
Alonso. Y sí soy asturiano. Sin embargo a lo largo de esta temporada tan polémica se ha ido ganando gran parte de mi simpatía. No quiero decir que comparta ese fanatismo tan exagerado de considerar
"palabra de Alonso, palabra del Señor" de la que tantos aficionados hacen gala, pero me parece mucho más aceptable un fanatismo constructivo que uno destructivo.
Por su carácter que demuestra una confianza en sí mismo que a veces roza el egocentrismo, por algunas actitudes discutibles, por ser un poco
"soso" y por, pese a todo, haber conseguido grandes éxitos,
Fernando Alonso se ha ganado la antipatía de mucha gente en su mismo país. Y así es como mucha gente que en su vida había visto la F1 (de hecho gran parte son demasiado jóvenes para tener memoria histórica) se ha
"aficionado" a este deporte por el poder mediático de una sola persona. Porque lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Y nadie es indiferente a este muchacho.
Es habitual escuchar improperios y variados descalificativos nada fundamentados por foros y páginas de noticias deportivas. Gente que de forma tan absurda
"odia" a un piloto que realmente es el responsable de su afición. Referente al tema del espionaje de
McLaren a
Ferrari se leen perlas que provocan risa. Si unimos la historia tejida entre muchos queda tal que así:
...Fernando Alonso, un ex-piloto de carros de vacas en su pueblo natal, coge un coche de Fórmula 1 de Renault con piloto automático y propulsor de un cohete de Cabo Cañaveral y gana dos títulos mundiales consecutivos porque no sabe cual es el pedal de frenar. Sobrevalorado, es fichado por el equipo McLaren, donde llave inglesa en mano y manual del Ferrari F2007 de IKEA en la otra, modifica el monoplaza ante sus aterrorizados ingenieros y mecánicos, a los que amenaza. Después, y en un acto de mera cobardía, acusa a su escudería de sabotaje y espionaje a Ferrari. De este modo su equipo es castigado Sin embargo aterrorizados por el horrible carácter de Alonso por una parte, y tratando de hacer gala de su carácter imparcial proporcionan a sus dos pilotos coches idénticos el resto de la temporada. Pese a todo, el violento señor Alonso paga su frustración con su escudería y su inocente compañero. Y por supuesto, matizar que Lewis Hamilton no se salió: hizo una maniobra para no atropellar a una inocente hormiga que trataba de cruzar la carretera. Ese chico es todo corazón, capaz de donar sus órganos aún en vida...Por favor señores... un poco de seriedad. Las evidencias todos las hemos visto.
McLaren ha usado todos los métodos legales (e ilegales) a su disposición para conseguir que
Lewis Hamilton consiguiera el título el año de su debut. Éste, ha conseguido convertirse en el
rookie del año... un título quizá no demasiado meritorio contando con que su debut ha sido con el mejor coche de la parrilla, asesorado por la experiencia de un bicampeón mundial (por más que pese a quien le pese), con un equipo volcado con él (ya desde su infancia) y favorecido por una inexplicable cantidad de evidentes acciones sancionables en su contra no penadas. Sin embargo, le ha podido la presión y la falta de experiencia. A nivel personal también se le ha visto el plumero. Por más que intente mostrarse como el hermano de
Ghandi y la
Hermana Teresa el señor
Hamilton es un hipócrita de aúpa. En la F1 la gran mayoría de los pilotos, al menos de los punteros, tienen un carácter vanidoso, presuntuoso y pedante. Desde
Michael Schumacher a
Lewis Hamilton, pasando por
Alonso,
Raikkonen,
Massa,
Fisichella... pocos escapan de la lista. Hasta el propio
Senna, venerado por todos tuvo alguna salida de tono muy reprochable, llegando a dar un puñetazo a
Eddie Irvine.
Para acabar me gustaría mencionar unas palabras del presidente de la FIA,
Max Mosley, de hace sólo unas semanas. Atención a la perla:
"Si repite la misma temporada el próximo año tendrá un gran impacto. Eso tendrá un efecto negativo porque tendremos un nuevo efecto Schumacher donde la gente se quejará y me pedirá que haga algo para ralentizarle", explicó Mosley.¡¡DIOS MÍO!! ¡¡IMAGINAOS QUE VUELVE A QUEDAR 2º!! ¡¡QUE BARBARIDAD!! ¡¡ARRASARÁ CON LOS SUBCAMPEONATOS!! Por favor... alguien debería explicarle que el 2º puesto es el primero de los que no ganan. Que el que se lleva el premio es el primero. Y que ya ha habido más pilotos que han quedado subcampeones en varias ocasiones... pasando por
Kimmi, el actual Campeón del Mundo. ¿Alguien se ha llevado las manos a la cabeza?
Michael Schumacher se ha llevado siete campeonatos... algo
"un poco" más significativo que un subcampeonato, en mi opinión. Lo peor, es que el inglesito de
Mosley seguro que se lo cree.
En fin, yo seguiré practicando en los
karts...
P.S.: He editado la entrada a 20-11-2007 al darme cuenta que al transcribirla aquí faltaba un párrafo, que aquí había quedado sustituído por unos angulillos. Cosas de
blogger.