martes, 22 de mayo de 2007

El Tao del Fénix

Siempre he sido una persona muy crítica con mi trabajo. "Hazlo bien, o no lo hagas" ha sido mi máxima durante todos estos años, y presumiblemente seguirá siéndola de aquí a mucho tiempo. Por ello, también he sido siempre mucho más consciente de mis defectos que de mis virtudes. Sin embargo, si tuviera que destacar algo positivo en mi carácter, sería sin duda la perseverancia y el afán de superación. Sin eso, y lastrado por un sinnúmero de defectos e inseguridades, nunca podría haberme planteado aspiración alguna en la vida.

Todos nacemos con alguna virtud, algún talento más o menos destacable. Esas cosas, más grandes o más pequeñas, a las que con menos esfuerzo por nuestra parte podemos destacar sobre la mayoría. Sin embargo, espoleado por ese afán de superación, siempre he considerado que cualquier meta está al alcance de cuaquiera. Que con suficiente esfuerzo y dedicación podríamos alcanzar cualquier objetivo planteado. Por supuesto sería demasiado ambicioso pensar en acaparar todas las variedades de talentos, pero pensar en la posibilidad de que alcanzar uno u otro es una cuestión de decisión propia es una perspectiva halagüeña.

Sin embargo, como todo en esta vida, la mentalidad cambia (¿o tal vez madura?) con el paso del tiempo. Y cada vez soy más consciente de que las cosas inalcanzables existen. Que esas virtudes que me han impulsado durante tanto tiempo han alcanzado sus cotas, y que por mucho que las explote hay cosas que nunca conseguiré. ¿Es malo pensar así? Suena a conformismo, sumisión... y eso es algo que no creo que encaje demasiado con mi carácter ni mis motivaciones. ¿Estoy traicionando mis ideales?

Quizá sea mejor verlo desde otra óptica. Ahora soy consciente de mis limitaciones. Y el ser consciente y aceptar las limitaciones propias es un paso fundamental en la aceptación plena del yo. Nada impide seguir soñando, pero siendo consciente y habiendo aceptado la realidad. Tal vez así sea mejor. Mejor que que tu fantasía te estalle de repente en las manos y no te queden suficientes pedazos para reconstruir tus sueños rotos. Sin embargo, ¿cómo considerar algo un sueño si sujetas la ilusión y no luchas por ello abiertamente?

4 comentarios:

Outer_Heaven dijo...

De todas formas, si no tenemos ningún talento concreto, con el tiempo nos acabamos especializando en algo...

como Zorro xD

(es broooooooma)

Saludos!!

Anónimo dijo...

no sabes que el talento es como un globo que se hincha y se hincha y bla bla bla bla xDD

Fénix dijo...

No es no tener ningún talento concreto lo que me preocupa, si no darme cuenta de que no puedo alcanzar los que yo quiera sólo con esfuerzo y perseverancia =P

...

¡Concho! xD

Anónimo dijo...

Vaya paja mental. ¡¡¡Búscate una novia!!!